Una vez adentrados en el mundo profesional, continuar formándose para mejorar en nuestro trabajo es prioritario. Conforme pasan los años, damos más importancia a la mejora de nuestros conocimientos para madurar profesionalmente que a la obtención de un título. Resulta más importante el hecho de ampliar nuestra red de contacto o adentrarnos en un sector distinto y aprender de él, que el mero hecho de contar con cualquier título. Por ello, cada vez más, recurrimos a formarnos de manera continua.
Esta formación da lugar a muchas ventajas, tanto para los trabajadores como para las empresas: