Normalmente nos acostumbramos a una rutina laboral que nos crea seguridad y estabilidad en la vida cotidiana. Hay ciertos momentos en los que quizá pensamos en otro tipo de trabajo y nos sentimos más felices, pero no queremos romper ese sentimiento de estabilidad que nos produce el trabajo actual. Otras veces, sin embargo, lo que nos ocurre es que la rutina de trabajo se ve distorsionada, no por un cambio de empresa, sino por cambios internos en la forma de trabajar de la compañía. Estos cambios pueden ser de diversos tipos y debido a muchas situaciones distintas en cada organización. Actualmente, son muchas las empresas que han tenido que acomodar a sus empleados a trabajar desde casa durante una temporada debido a la crisis mundial con el coronavirus.
Aunque el teletrabajo sea una forma de trabajar que ya muchas compañías tienen implantadas de forma habitual, aun eran muchos los que no se atrevían a hacer uso de ella. ¿Por qué?
El principal obstáculo que lleva a una compañía a implantar un sistema de teletrabajo es la desconfianza. Normalmente, los directivos de las empresas están acostumbrados a observar a sus trabajadores en el día a día y, de esta manera sienten que tienen el control sobre la productividad de los mismos. Al no poder verlos y dejar que trabajen desde un lugar distinto a la empresa, tienden a pensar que el porcentaje de tiempo que se va a perder es mayor que el que pierden trabajando de forma presencial. Esto no es del todo cierto, ya que varios estudios afirman que trabajar desde casa aumenta la productividad en la mayoría de los casos. Esta es una cuestión de mentalidad que, poco a poco, va cambiando.
Desde el punto de vista de los trabajadores, ¿cómo adaptarse a un cambio tan radical en una situación de crisis como esta?No es fácil cambiar la mecánica de trabajo de un día para otro, pero hay ciertas claves que ayudan y que hay que tener en cuenta.
Estos son algunos consejos para afrontar la situación del teletrabajo lo mejor posible. Es cuestión de mentalizarse de que en casa o en la oficina, la franja horaria del trabajo es la misma y disponemos del mismo tiempo libre después. Solo hacen falta unos pocos días para adaptarse al home office.