Uno de los objetivos comunes de gran parte de personas es poder compaginar la vida laboral con la personal. No hay mayor fuente de estrés que emplear demasiadas horas del día a las labores profesionales y no poder aprovechar el tiempo libre con familia y amigos. En ocasiones, la necesidad de poder cubrir un buen nivel de vida, hace que las horas libres se tengan que emplear en otros trabajos.
Además, el tipo de jornada que tienen algunos empleados no permite aprovechar algunas de las horas libres como tal. Por ejemplo, aquellos que trabajan bajo un horario partido (mañanas y tardes) y cuyos hogares se encuentren a una distancia razonable de la ubicación del puesto de trabajo. Esta situación no les permite pasar un rato con su familia para comer o descansar, sino que tienen que esperar hasta que comience su turno de por la tarde en cualquier lugar cerca del trabajo, lo que no se llegan a considerar horas libres, sino horas perdidas.
Muchas veces, integramos de tal forma la parte laboral a nuestra vida que consideramos que es la más importante, por encima de la personal. Esto genera un impacto negativo en cuanto a términos de salud, ya que estar constantemente con la mente ocupada en tareas de responsabilidad, provoca estrés a unos niveles extremos, pudiendo desarrollar grandes enfermedades.
Por ello, es muy importante poder encontrar el equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Algunos consejos para conseguir esto serían:
- Luchar por conseguir un horario flexible, que permita organizar el tiempo como estimemos necesario para poder cumplir con las obligaciones. En caso de que no sea posible en el trabajo actual, intentar buscar otro que nos lo pueda ofrecer.
- Plantearse la idea de buscar un trabajo que admita realizar las tareas a distancia (siempre y cuando el tipo de empleo lo permita). Integrar el trabajo con el ambiente familiar hace que el nivel de estrés se reduzca y se trabaje con más relajación. Además, permite organizar las horas como el trabajador necesite.
- Organizar el día siempre viene mejor. De esta forma, se aprovecharán todos los momentos libres que se tengan para hacer las actividades que más nos gusten o pasar tiempo con familiares y amigos.
- Establecer las actividades que más disfrutamos cada día como obligatorias también. No dejar que las horas de trabajo nos quiten el privilegio de desconectar haciendo lo que más nos gusta.
- Dejar a un lado todo aquello relacionado con la vida laboral en los momentos de desconexión. Si disponemos de un dispositivo de trabajo, es prudente desconectarlo. Si necesitan algo realmente importante siempre pueden contactar a través del móvil personal.
A veces es difícil separar ambos aspectos del día a día, pero seguir estos consejos es lo más sano que podemos hacer. Si intentas hacerlo y lo consigues, tu calidad de vida mejorará mucho más. Podrás disfrutar de cada momento y ser feliz completamente.
